Dolor

Recostada en mi cama, en mi habitación en mi hogar. Una a una caen por mis mejillas, son húmedas y frías.  Sí, estoy llorando. Llorando porque lo quiero, pero también la quiero a ella. Hoy por la mañana era la persona mas feliz del mundo por seguir con él. Ahora, pareciera que el mundo se cae sobre mi, me quita la respiración y me desmaya. Sé que es solo una sensación  pero el simple hecho de no estar más junto a él, me pone mal. Entra mi padre a la habitación y me da un bombón de chocolate blanco. Al meterlo en mi boca, se derrite suavemente sobre mi lengua, mientras percibo que es el mismo sabor que tenían los bombones que algún día ese hermoso chico me regaló. No, no es el mismo. ¿Qué tienen de diferente? Ya lo sé, están hechos por personas diferentes. Unos están hechos por lo que alguna vez fue el ser más divino del planeta, lo otros están hechos por un desconocido. Me he ido del tema. ¿Hubo algún tema?, no, creo que no. Aunque si considerase mi dolor por él y mi amor por ella, si habría un tema. ¿O no? Tal vez no, porque solo es algo importante para mi, y para nadie más. No, estoy equivocada, si es importante para alguien más. Lo es para él, aunque creo que igual no le interesa. Entonces... no es interesante para nadie más que a mí. ¿Cree este blog para hablar de mí y de mis problemas? Sí... y no. Sí porque lo cree para compartir mis situaciones sobre el amor, y en como me afecta ser bisexual. Para que los otros bisexuales del mundo se contacten conmigo y para hablar con ellos. Pero al mismo tiempo no, porque no lo cree para descargarme. Me siento mal conmigo misma, pero ¿por dejarlo? ¿porque no se qué quiero? ¿porque, como siempre, estoy sola? No, por el simple hecho de que al dejarlo volví a estar sola y no sé como salir hacia adelante.