Confesiones

Otra vez aquí. Sola, como siempre. El suelo se siente frío ¿o yo estoy fría? No lo sé, la temperatura no me interesa, solo me importa el aire que me queda. Es un lugar pequeño, no muy alto, rectangular. Y allí estoy yo, en uno de los lados, sentada. Sola. No me importa estar sola, pienso mejor cuando no hay nadie conmigo. Prefiero estar con gente, pero... ¿acaso no me siento más sola cuando estoy con alguien? Sí, me siento mas sola. Es horrible ir a un lugar y que todo el mundo disfrute, menos yo. En fin, estoy acostumbrada. No le doy mucha importancia, al menos no siempre. Ver como todos son felices mientras te carcome la soledad por dentro, es casi inaguantable. Hay veces que puedo ser feliz, pero... ¿a qué costo? fingir que me interesan ciertas cosas, y fingir odiar otras. Eso es aceptable, ni bueno, ni difícil solo aceptable. Otra cosa totalmente diferente es fingir sobre sentimientos, eso si cuesta más. Con mis amigas, no siempre tengo que fingir, pero, odio tener que fingir en cuanto al amor. Hay un chico, lo quiero mucho, ¿pero realmente lo quiero lo suficiente como para no fijarme en nadie más y tener una condena de que siempre voy a estar con él? No, no lo quiero lo suficiente para eso, tampoco lo suficiente para otras cosas, pero no me voy a ir por las ramas. Él cree que lo quiero, y es así pero cree que lo quiero de una forma muy diferente a la amistad. No es así. ¿Le he dicho algo sobre lo que siento realmente sobre él? No, y me arrepiento de eso, segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora... ¿Me gustaría decírselo? No lo sé, no me gustaría enfrentarme a tener que decirle que es porque amo a su mejor amiga.